Mamá: ¡No matricule a su hij@ en las clases de GED !
Cuando tu hijo no quiere graduarse de High School
Es habitual que a fines de marzo, muchas mamás llaman a la academia, pidiendo información sobre clases de GED para sus hijos. ¿ La razón? Principalmente, se debe a que los han reunido en la escuela para decirle que su hij@ ya está grandecito y que puede decidir por sí mism@ si desea continuar en las clases o no.
Obviamente, el chico o la chica le está yendo muy mal o, lo que es peor, no está ni yendo al aula. Finalmente, el personal de la escuela, ya no quiere perder el tiempo con este estudiante y no desea dramas a final del año. Saben que en dos meses el chico no será capaz de graduarse, a pesar, de todas las opciones que le dieron.
Entonces, vienen los apuros. La mamá o el papá … o ambos, a pesar, que lo presentían hace mucho tiempo, aún guardaban una pequeña esperanza en lo recóndito de su corazón que su bebé, por algún milagro del espíritu santo, se graduara. Pero la cosa no es así, si nada ha hecho por tantos años, es casi imposible que toda la inteligencia, sapiencia o conocimiento le aflore en dos meses, aunque estemos en la era del salto cuántico 🙂
¿ Por qué la escuela llama a los padres?
Normalmente, cuando se llama al chico/a y a sus padres en estas condiciones es porque ellos han venido arrastrando un comportamiento similar por años. Me explico, lo más probable es que el chico en su nivel senior (el último de high school) ya dejó de asistir a clases, tal vez el año anterior (junior) usaba una puerta de vaivén, o sea, iba y venía, quizás en sophomore asistía a clases, pero no participaba activamente y, es probable, sin temor a equivocarme, que en su primer período de high school, es decir, freshman, estaba porque estaba, porque tenía que estar.
Aún no había encontrado la forma de escaparse de la clase. Aunque su espíritu rebelde le decía que saliera, todavía pesaba la autoridad del profesor, del padre o sus ganas de pertenecer al grupo, pero su mente “no estaba ni ahí” (como dicen los chicos en mi país).
¿ Por qué no debiera matricularlo en clases para el GED?
Así que, señora mamá, si Ud. o su marido no han logrado, en todos estos años, que su hijo esté ahí, en cuerpo y alma, es muy difícil lograr que asista a una clase de GED, en donde las exigencias no se la impone la escuela, sino que cada estudiante con su propia motivación.
Las clases de GED están orientadas para adultos, para gente que toma la decisión de asistir a clases por mutuo propio (bueno, en su mayoría). Si no viene a clases es por fuerza mayor, no porque quiere “irse de pinta”. Si Ud. está pensando en el GED como una tabla de salvación para su rebelde sin causa ¡Olvídelo! Esto es como el drogadicto, solo él puede salir de la drogadicción, solo él puede tomar la decisión. Si no quiere, no lo hará. De la misma manera, el chico que quiere (o no quiere) estudiar. Por mucho que Ud. nos llame, le tenga toda la información y lo matricule, es decir, “ le dé la papa pelá” ni aunque se lo ruegue, vendrá a estudiar.
Como yo siempre digo en mis clases: “ Yo no le puedo enseñar a quien no quiere aprender”.
Mi recomendación es que no pierda su tiempo ni su dinero, déjelo por la paz (como dicen los colombianos). Mejor aún, tome Ud. las clases de GED, tal vez, al ver su ejemplo, lo incentive y cambie de actitud. Como bien dice el dicho: “Practique con el ejemplo”.